El domingo fue el último día de trabajo. Se supone que las cosas se acabarían a las 12PM, pero se alargó hasta las 4PM. Hubiera durado más de no ser por el problema que causó la gente que hacía cola desesperadamente para que les dieran los kits y cotillones (pues digamos que son gratis)... ¿Y saben qué? Son unos desadaptados y muertos de hambre. Me da muchísima rabia que sus hijos se hayan quedado sin dulces (sí, porque fue culpa de los adultos) por inmadurez. Desde hace dos o tres semanas les han regalado cotillones DOS VECES AL DÍA todos los días y aún así no entiendo como la forma en que se comportaron (o simplemente no quiero entender)... Tuvimos que correr a las instalaciones del BCV para que no nos comiera la trifulca que se armaba. Afortunadamente Iro y yo estábamos bien lejos cuando pasó todo eso y apenas supimos por lo que contaban y por los guardias que vimos afuera.
Me preguntaba, "
¿volveré el próximo año si me llaman para volver a trabajar con ellos?", "
¿habrá necesidad de meter verano dentro de un año?", "
¿y si surge una oportunidad mejor?". Siempre he querido trabajar en una tienda de ropa, y hasta en un restaurante. Pasa que me gusta mucho interactuar "formalmente" con la gente, creo tener esa cordialidad necesaria para el trabajo con público. Además, personalmente encuentro terrible ir a una tienda y que me traten mal o me ignoren...
Son muchas cosas. Así que veremos cuando llegue el momento.
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