¡Allí viene el 31 de diciembre! Cúbranse la cabeza y corran o si prefieren, por otro lado, tomen sus mejores ropas: una avalancha de deseos y anhelos nos caerán encima a medida que el año viejo se empieza a deslizar fuera de de nuestra vista. Y... no es que importe. De hecho es sólo un reflejo de las costumbres que hemos cimentado al pasar de los años... ¿Pero qué es un año? Si lo pongo así, creo que es fácil de responderlo: 365 días, ¿y qué sucede en esos 365 días que fue necesario llamarlos de una manera especial?, pues la tierra termina un giro completo al rededor del sol. Algo que formalmente llamamos: movimiento de traslación. Quizás por eso la gente ha convertido el ejemplo en tradición. "
Un nuevo ciclo, una nueva vida". Pues si una cuenta acaba, otra comienza... ¿pero una cuenta?, ¿una cuenta de qué?, ¿de días?, ¿del tiempo? Es aquí cuando surge mi conflicto. Estamos contando algo que para mi no existe. Existe el ahora junto al pasado (hace 2 segundos) y el futuro (dentro de 2 segundos) en continua fluctuación y, en mi caso en particular, nada más. ¿Pero por qué tanta manía por algo que sólo pasa dentro de nuestras cabezas?, ya que lo único que cambia (y bien no lo hace) es la trayectoria de la tierra con respecto al son que pasa a iniciar el mismo recorrido de siempre. Pero como digo, todo está en nuestras mentes. Siempre... Y ahora que lo noto, tengo la costumbre de extrapolar hechos que sólo pasan allí y sólo tienen lógica allí, porque siempre que lo intentemos ver desde afuera son cosas banales e incongruentes: pero soy otro ser humano más. Al final del camino todo esto tiene sentido sólo para nuestra civilización así que no me desviaré más.
Tomando el mismo rumbo que todos, dividiré esta entrada en dos...
2012
Hola, señor. He notado que cada vez se vuelve menos visible. Sus contornos parecen difuminarse a medida que intento atajarlo... Pues bien, no desperdiciaré la última lucidez que queda de usted: muchas gracias por llegar hasta aquí. "¿Por qué?" preguntará. Suelen llenarlo de reclamos, algo ilusos me parece. Y no creo que tenga la culpa. En mi caso, me fue bien. Quizás demasiado bien. Primero que todo, entre a la universidad, ¿puede creerlo? Yo no mucho, aunque si pienso en ello siento como si llevara años allí. Como sea, estoy agradecida de los días que he tenido en la UCV. Puedo decir que a su paso he madurado un poquito, pero no lo suficiente aún. Creo que el día que lo haga, no será necesario que lo notifique: será un hecho. Por otro lado, conocí a personitas muy especiales que han contribuido a eso. Otras, no tanto, porque... ¿sabe? siempre existe la otra cara de la moneda. Bien, tampoco creo haber tenido perdidas significativas. Eso, quizás, asusta un poco... Bueno, a mi no mucho. No sabría explicarlo, pero no he planificado mi vida aún y me he dejado llevar por las circunstancias así que yo estoy en paz sin arrepentimiento alguno. Así, he llegado a donde estoy.
2013
¡Yeeepa! Ehem. Aún no llegas, pero digamos que muchos esperan demasiado de ti. Que si una dieta, que si saldar deudas, que si mejoras... Cosas que sólo ellos pueden alcanzar. Tú, como el anterior, sólo estás de paso. Espero que mientras estés por aquí logre enriquecer mis conocimientos. Eso que vive en aquella habitación empolvándose cada vez más. Espero, sinceramente, nutrirme en muchas áreas (como la historia, ¡jo!)- hace mucho que lo deseo; ¡como una esponja de la mejor calidad! Mejorar mi dibujo, las relaciones interpersonales, ahorrar, comprar cosas bonitas, y reafirmar los músculos también son metas- ¿qué tal?... Es muy importante saber por dónde empezar. En fin, usted sólo quédese quietesito que ya será espectador de todo lo que he dicho. Sé que poco a poco las cosas surgirán a su modo y a su momento.
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