Me he visto en la placentera obligación de comentarles los pormenores de mis encuentros con "el chico que me gusta" (qué inocente y marica soy en la vida ♥). Esta entrada se debe, por supuesto, a que hoy lo volví a ver, y que esta vez la situación dio frutos hasta que lamentablemente me llevó a un callejón ciego.

Aomame: No quiero hacer eso. Lo que deseo es encontrarlo un buen día, por casualidad. Cruzarnos en la calle, por ejemplo, o coincidir en el mismo autobús. (...)
Ayumi: Entonces, tú crees que ese encuentro fortuito va a ocurrir y únicamente esperas que suceda.

No me gusta mucho Aomame pero le tomé un poco de respeto en ese momento. Incluso, sentí que el personaje y yo compartíamos algo. Eso pasa mucho, ¿verdad? Llegué a mi estación y me bajé, y ahí el muchacho de siempre estaba haciendo la fila de siempre esperando al metrobus de siempre. Me le acerqué, y seguro lucía como esos perritos felices que andan sacudiendo la cola energéticamente. Esta vez sí aproveché a pedirle su número de teléfono. No podía volver a perder la oportunidad, ¿no? Él no mostró ninguna duda.

Yo: Es como si firmaras un contrato, ya no te puedes negar a nada.
Él: ¿Ah, sí?, ¿me invitarás a salir?

Él siguió riendo, yo vi el numero esperando entender cada dígito y guardé el cuaderno. Hablamos un rato más hasta que me preguntó si había terminado el semestre, y le dije que no. Le comenté que probablemente en vacaciones (próximo mes) iría a su universidad. Él... No mostró una reacción muy normal.

Él: Oye, no me gustan ese tipo de sorpresas.
Yo: ¿Cómo? De todas maneras tengo tu número, no va a ser la sorpresa más grande.

Pensé que sobreanalizaba la situación, pero estaba segura que la idea le había causado algún choque. De hecho, se mostraba contrariado. Le daba vueltas a algo en su mente pero no terminaba de decírmelo, intenté sacárselo pero no quise parecer molesta. Dijo que no era nada malo, acarició ligeramente mi brazo y siguió en silencio. Al rato me preguntó si de verdad era capaz de subir a esa universidad (porque queda algo lejos, como en una montaña(?)) y le dije que sí. Le expliqué que tenía una amiga que estaba por cumplir años este mes, pero que no podría verle si no hasta febrero, y que le llevaría un obsequio. ¡Ha sido siempre la idea! Lo planeé hace meses. Lo que yo quería era saludarle ese mismo día. "No voy a ser ningún peso, tranquilo" pero a él ni le vino ni le fue, siguió en silencio; cosa muy rara en él. Cuando me bajé, le dije que me había preocupado su seriedad... Y eso fue todo.

Pensé que había asumido en un principio que iría enteramente por él y que le sería una carga, o que encontraría algo de si que no quisiera allá- (¿por qué había bromeado con 'salir' si luego se pondría así si iría a su universidad?) pero no me parece muy objetivo. ¿Qué importa lo que yo piense?

En fin, eso fue todo. Esperaré unos días y le hablaré a su número. Ni siquiera sé qué podría decirle... Vamos, que la ecuación se complica, ¿algo así como una Ecuación de Ricatti?

My heart is playing tricks on me

And it’s building bricks on me

I can’t break through

And I can’t face you

My world is turning slowly now

But it’s burning up somehow

I need some time

To know what’s right

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